martes, 22 de noviembre de 2022

La leyenda del hombre Rueda

 

 

Lugar: Dique de Ullum, San Juan.

 Fecha: Mi cumpleaños número 18

Todos hombres.. comiendo unos choripanes y bebiendo.  Algunos habían tomado unas cuantas cervezas ; otros, más tradicionalistas como yo, Coca Cola. (La coca con las pepitos eran una fija después de jugar al fútbol.. o sea.. era la bebida y comida oficial del equipo de la canchita de los Mormones)

 

 

Bueno pero ese día festejábamos mi cumpleaños y teníamos pensado pasar de largo la noche bien despiertos y volver recién al medio día a la ciudad, o después.

 

Luego de la cena y planeando algo para hacer, salió el tema de que en el dique había lugares (más alejados y oscuros) donde las brujas dejaban las velas y fotos para hacer brujería.

 

En San Juan es bastante común eso de los “trabajos” de magia negra y demás. Yo recuerdo haber encontrado restos de esos rituales pero de día. (Hasta una vez levanté una piedra y encontré todas muñecas tipo barbies sin cabeza, más velas y trapitos rojos… bueno.. ahora que lo pienso, a lo mejor eran de una nena enojada con sus muñecas que les hizo eso… puede ser)

 

Salió el tema y disparó el desafío de probar que éramos bien machos como para anirmarnos a salir a caminar entre la oscuridad y encontrar a la gente que practicaba esos rituales.

 

Y nos alejamos del camping (iluminado)

 

Ya en la aventurera expedición y con una sola linterna encontramos algunas cubiertas de auto desparramadas. Pablo , (que había tomado cerveza y coca por igual) dijo mientras le ponía una cubierta sobre la cabeza a Diego (que había tomado sólo cerveza y estaba medio anesteciado):

 

-“Sigamos caminando , protegidos por el hombre rueda!”

 

(algo así dijo, y también le mandó dos ruedas más para que cargara entre los brazos y hombros)

 

Diego dijo casi sin expresión:

 

-“Bueno” (Aceptando ser el Hombre Rueda)

 

 

Y así anduvimos un rato caminando. Cada tanto  se sentía un grito sorpresivo para generar algún susto (estábamos con un poco de miedito) ,… o se arrojaba una piedra para que los yuyos hagan ruido etc.

 

 

Hasta que al rato.. pero muy al rato.. El Hombre Rueda gritó (leasé lo siguiente a lo William Wallace gritando "Freedom!!!!!"):

 

 

-“Basta!!! ya no quiero ser más el Hombre Rueda”

 

Y así desapareció la heroica imagen del Hombre Rueda, desapareciendo y reaparecidendo nuevamente nuestro amigo  Diego, que tiraba las sucias cubiertas con furia contra el terreno arcilloso del dique de Ullum.

 

Dentro de las ocurrencias que suelen suceder en juntadas así, a alguien se le ocurrió prender fuego  cubiertas. Sumado a esto "El Joven García" enganchó un pedazo de caucho encendido y lo tiró con toda la fuerza hacia arriba, un par más se sumaron a ese delirio inconsciente (yo no) para que los demás esquiváramos esas bolas de fuego que caían.

 

Una de esas bolas de fuego, al caer,  arruinó la camisa nueva de uno de mis amigos.

 

¿De quién?

 

 

Del ex hombre Rueda. (cosa de Mandinga)

 

 

pd: no recuerdo si entre las otras bebidas había vino en caja o fernet, mi memoria no lo chequea.

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