Alguna vez en mi vida tuve contacto con gente que tiene capacidades extrasensoriales para ver el aura de las personas… y también para curar el espíritu y ayudarte así a liberarte de las tentaciones e impurezas que te rodean en el mundo material.
Alcira era la señora iluminada con este tipo de don, una mujer muy pequeña de contextura física y de muy avanzada edad… pero sin mostrar ninguna característica en los movimientos ni en el modo de hablar y ni si quiera portaba canas ni nada que la pudiera definir como anciana. (Arrugas sí)
Ahí estaba yo, en esa vivienda muy humilde de Albardón (San Juan). Una mesa bien cuadrada, muebles sin ningún adorno… todo austero. Paredes de adobe coloreadas de celeste… y por ahí, entre esos muebles sencillísimos, alguna estampita de alguna virgen que ni recuerdo de qué virgen habrá sido la imagen… (soy pésimo para recordar nombres… alguna “María” habrá sido)
Me encontraba ahí porque me iban a “limpiar el aura”… Alcira tomaba mates dulces, yo también… Igual yo había asistido en ayunas para qué ella pudiera hacer bien ese trabajo espiritual. Yo no creía mucho en esas cosas pero
Alcira era muy agradable y al charlar con ella me sentía bien y con posibilidades de ser mejor persona (en ese rato).
Un par de mates de ronda y me hizo poner de pie, derecho y relajado… yo con 13 o 14 años ya le llevaba dos cabezas fácil. (Algo había dicho en broma de que no hacía falta tener tanta corporeidad material para cargar un buen espíritu o por lo menos yo entendí algo así y me sentí aludido… igual no opiné.)
Una vez en esa postura, y como si sus manos fueran un scanner, Alcira las pasaba por mi “aura” (sin tocarme, a 15 cm aprox de la superficie de mi cuerpo), desde arriba de mi cabeza hacia los costados y para abajo… lo hizo una vez… dos.. y a la tercera.. yo casi a modo de juego pensé:
-:“Esta vieja me está quitando información”
Fue impresionante como se sobresaltó Alcira, retirándose hacia atrás y preguntándome con un tono muy imperativo, totalmente diferente a toda la paz que me había transmitido anteriormente:
-:“EN QUÉ ESTÁS PENSANDO!!”
Dudé un poco pero haciéndome el desentendido le respondí:
-:“Nnn.. No... en nada, en nada.”
Entonces se tranquilizó y siguió con su limpieza “aureal”. (No me habrá quedado blanca Ariel® … pero para un púber pre adolescente seguro la dejó de lujo.)
Con los años, si bien respeto esos fenómenos metafísicos, he ido convirtiéndome en un fiel creyente de mis capacidades y limitaciones como ser terrestre y mundano. (Aunque si el baño queda pasando un pasillo oscuro…. al pasillo lo atravieso a paso veloz)
“Y así fue que desperté en mi mundo, siendo lo que soy, y no voy a parar ni un segundo porque mi destino es hoy.” (Violetta)