En mi época (los 90) todavía no estaban de moda los energizantes, por lo menos yo no conocía el speed ni el red bull ni esas cosas.
Pero sí había escuchado relatos de mis compañeros sobre lo estimulante que era la “aspirina con coca” (coca cola). Y ni hablar de la “cafi con coca”. Recuerdo la cara de uno de mis compañeros emocionadísimo contando como, en una fiesta de quince, después de tomar esa combinación, se había peleado con "unos negros" y no lo podían frenar... bue... en ese momento le creí y todos creímos su hazaña, y más pensando que estaba en esa situación, bajo los efectos poderosos del estimulante. Finalmente nos aconsejó que tuvieramos cuidado y que no nos pasáramos.
Yo no dije nada (como la mayoría de las veces) pero me guardé el dato, y pensé que en algún momento haría eso de meterle una aspirina a mi bebida preferida de aquel tiempo.
Una noche me había dispuesto a pasar de largo porque al otro día tenía prueba de Biología. (Biología era una materia jodida y difícil para mí, más considerando que había equivocado la elección de la orientación al meterme al Químico Biológico)…
Bueno, esa materia me costaba.. ya venía llevándome algunos objetivos y yo seguía porfiado con el método de estudiar solamente la noche anterior y largar todo de memoria así como me había quedado , más la ayuda de algún que otro machete escrito en el banco con lápiz (para eso solía ir un poco más temprano aprovechando que estaba despierto y que se podía estar en la escuela un rato antes de que izaran la bandera.
Eran las cuatro de la madrugada; y yo ahí, solo; con las fotocopias del cuaderno de mi mejor amiga y compañera Gaby. (La letra más prolija, superlejible y copiable a distancia… incluso banco de por medio… y no estoy exagerando)
Bueno, ahí estaba yo, tratando de leer esas hojas sueltas, más un termo con agua tibia y un mate lavado al que no le había cambiado la yerba desde que estaba tomando.
En eso… empiezo a sentir sueño… o a lo mejor me justifiqué pensar que tenía sueño para hacer “el experimento”. Ya había abierto la heladera y ya sabía que tenía disponible una coca de litro, envase de vidrio (una exquisitez.. por más que no tuviera mucho gas). Y en una canasta (que alguna vez fue mi canasta de jardín) donde se guardaban papelitos y algunos medicamentos…¡una tableta de aspirinas bayer®!
Saqué la coca con cuidado, sin hacer ruido porque el único despierto en la casa era yo, me serví en un vaso de vidrio… desenvolví con cuidado una aspirina y la ingerí bien rápido con un solo trago de coca para llevarme el vaso a la mesa y seguir leyendo con más energía.
Apenas me senté se sintieron retumbes en el piso que ya conocía, no era ningún temblor… eran los talonazos de mi mamá que se acercaba peligrosamente.
Ahí apareció la imagen pálida de mi mamá en camisón, con la frente arrugada y ojos entrecerrados preguntando ,y afirmando a la vez, enojada:
-:”José, ¡¿estás tomando aspirina con coc..?!
-:”NO!” (respondí antes de que terminara la pregunta , segurísimo de mi mismo pero mirando un punto fijo en la pared y sin mover un pelo.)
-:”Qué adicto que sos!... vos solo te estás haciendo daño!”
Y volvió a dormir diciendo en el trayecto más cosas quejándose por mi incipiente futura posible adicción que no prosperó.
Terminé el vaso… me tomé uno más.. y treinta minutos después me fui a dormir porque no aguantaba más del sueño…
tres horas después de drogarme, me desperté con la ayuda de mi papá sacudiéndome y diciendo que me levantara y me preparara para desayunar e ir a la escuela.
Me costó activar (¿Efecto colateral?)… pero fui… y en la prueba de Biología me fue malísimamente mal y en las que siguieron de la misma materia también… Fue la materia que más me llevé en la secundaria hasta que sacrifiqué una plata para hacerme preparar con una profe particular.
(plata obsequiada por mi nona para que comprara lo que quisiera… unos doscientos pesos… era muchísimo, todavía me duele.)
Moraleja: las propagandas del Dr Miroli y Fleco tenían poca llegada (logicamente)

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