Esta es más nueva, a lo mejor 2010.
Fui pocas veces a visitar a mi nona Teresa cuando ya estaba en el geriátrico, es verdad. También permanecía poco tiempo ahí, es verdad… pero a veces mi abuela repetía (en esos pequeños instantes) momentos imborrables dignos de sus arranques épicos.
Después de atar la bici con candado, toqué timbre y me atendió una señora, y al comentarle que venía a visitar a mi abuela… respondió algo así muy cálidamente:
-:“Ah, sos el nieto de mi reina Teresa!, pasá!”
(No me llamó la atención lo de “reina” porque lo relacioné con su actitud y vocación imperativa de dar órdenes y hacerse obedecer, como de costumbre.)
Al entrar al living , un lugar grande y muy iluminado, la frase que había escuchado recién… se hizo eco en mi cabeza una vez más. ( “Reina Teresa” se acentuó ahora de manera visual)
Ahí estaba la nona sentada en el sillón más grande y de aspecto más cómodo en todo el sector. Seguro que se había apurado para terminar la merienda y así ordenar que la trasladen o persuadido a alguien con alguna “justificación”, o realizado alguna maniobra similar con tal de ocupar ese sitio de privilegio… ,((años de ser su nieto))
La saludé, me senté al lado... y traté de responder (como siempre) a la lista de preguntas de rutina seguidas de órdenes imperativas que ella misma imponía (como siempre) : “¿Desayunaste?” “¿Qué comiste?” Sin hacer caso a mis respuestas… “Tenés que comer… estás muy flaco” (10kg más que ahora pesaba)… “¿Estás estudiando? ¿Cuándo te vas a recibir?” “Te tenés que recibir así podés dar clases(*1)”… etc. etc.
Bueno…. yo respondiendo lo que podía mientras observaba el ambiente… todos viejitos sentados y algunos circulando. Y en eso, entre tantos, sobresalió un viejito que orbitaba moviendo los pies velozmente, pero desplazándose lento y mirando para un lado y para el otro… (a pasitos cortos y arrastrando las pantuflas por el piso)
Gracias a ese movimiento que le permitía explorar, y al hacer contacto visual con mi abuela, se acomodó girando para luego acercarse desenvolviendo el mismo estilo y ritmo parejo de caminata.
Ya a un metro de distancia se detuvo frente a ella (“ella” era Mí NONA, cosa que al tipo poco le debe haber importado porque me ignoró manteniendo la vista fija en “ella”)
Mirándola a los ojos le extendió la mano y muy amablemente ,pero decidido, le dijo a mi abuela (que empezaba a verse un poco nerviosa):
-:"LA INVITO"
Dicho esto y deseando una respuesta favorable, el viejito de andar simil “muñequito a cuerda” se quedó con la mano extendida, esperanzado de que “la reina Teresa” tomara su mano.
(Ahora pienso ¿Qué se creía ese viejito?, ¿Que iba a conquistar a Doña Teresa así? ¿tan fácil? Acá va la respuesta)
Mi abuela, en tono de víctima acosada, agitó la cabeza negativamente y respondió:
-:"Nnn… no.,… NNN… NO!"
(El tono de víctima acosada no llegó al nivel del “Qué pretende usted de mí”… pero por ahí cerca)
Volviendo a la escena en plano general, el frustrado galán de la tercera edad se mantuvo ahí quieto un instante más, con la misma posición de la mano extendida, pero ya viendo que había fracasado su romántica propuesta se retiró. Y siguió así esa aventura de orbitar y exhibir el andar “Clockwork toy style” solitariamente.
Mi abuela ,observando de reojo al rechazado pretendiente que se alejaba, y más tranquila... (Aunque preocupada y exteriorizando lo que pensaba involuntariamente) (*2) … expresó:
-:“Ese hombre me quiere quitar el sillón”
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(*1) Tanto para mi abuela como para mucha gente de esa generación o más próxima... estudiar música conlleva al único fin y objetivo de en un futuro (y con título) dar clases. Todo el otro espectro que pueda referirse a hacer música libremente o crear son valorados como un simple pasatiempo, necesario, pero sólo para disfrutar y definir con una frase concluyente y universal: "Qué linda que es la música".
(*2)No me sale el nombre de la enfermedad psíquica, pero desde hacía unos años muchas de las cosas que pensaba las decía en voz alta.

de izq. a der. y de grandes a chicos: La nona teresa, mi mamá, El nono Pío, mi hermano y yo con anteojos y la bragueta abierta.
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