Hacía bastante que no viajaba a San Juan… pero ese enero de principios del 2000(2001?)… viajé para pasar unos días en la provincia donde nací y viví muchos años.
A horas de reencontrarme con mis amigos, que estaban en actitud ultra–deportista , me invitaron a hacer un tour ciclista hacia el dique de Ullum y de ahí meternos entre las dunas de arcilla para recorrer los circuitos de mountain- bike.
Por supuesto que me anoté y salimos con ese destino en el horario de plena siesta veraniega sanjuanina , (un domingo peronista, ni una sola nube).
Ellos estaban bien equipados, no a nivel de usar casquito y calza.. pero las bicis venían correctamente tuneadas. A mí me dejaron una medio pelo que safaba… y me banqué bastante bien esos veinte kilómetros desde nuestro barrio hasta UllÚm. (en otras épocas de juventud lo hacíamos siempre)
Ya en esa zona más inhóspita, abandonamos la ruta asfaltada para meternos entre las dunas que nombré antes (montañitas rojizas de arcilla y cactus)
Y así anduvimos bastante tiempo, siguiendo las huellas marcadas que formaban el circuito o a veces, aventurándonos a descubrir nuevos caminos que no habían sido recorridos…
Obviamente yo estaba confiadísimo de mis amigos , a los que, por lo menos estéticamente y en actitud… me causaban una impresión dedeportistas serios, experimentados y conocedores del lugar.
Resultó ser que en un momento no vimos más huellas marcadas por ruedas de otras bicis o de moto cross… resultó ser que ya llevábamos como tres horas dando vueltas , y resultó ser que yo ya me estaba cansando y reclamé regresar.
Mis amigos me cargaron un poco pero dieron el ok(creo que también estaban cansados) y continuaron pedaleando decididamente a modo de guías… como si tuvieran un mapa en la cabeza (probablemente por lo que deduje después, mapa de otro lugar imaginario).
Atardecía... y la tan esperada calle salvadora con el cartel "San Juan capital 20km" no aparecía.
Preocupadamente escuché lo que temía(temíamos) escuchar… Pablo o Rodrigo o Guille dijo:
-“Che, la verdad que no sé donde mierda estamos”…
¿Ajá?
De ahí en más no vi a ninguno tratando de ponerse el equipo al hombro y guiárnos…
Los cuatro estáticos… nos quedamos mirando el paisaje sin hablar….
Pero las mentes brillantes sólo necesitan un instante y el momento justo para que , por ejemplo, aparezca un pensamiento místico resonando dentro del cráneo.
Algo así como una voz de Jim Morrison hablándole a Wayne (Wayne’s world 2)… se escuchó en mimente. Y yo compartí esa iluminación, emitiendo las siguientes palabras salidas de propia voz, y entonada perfectamente en la frecuencia mística sentida interiormente.
-:"SIGAMOS AL SOL":- *
A los veinte minutos ya veíamos el lago del dique….con el Sol volviéndose anaranjado y escondiéndose detrás de la cordillera…
Haciendo una imagen general, me veo a mí y a mis amigos pedaleando juntos, como si fuéramos los cuatro jinetes del apocalipsis pero sobre bicicletas y desesperados por llegar a la ruta y volver a nuestros hogares.
Bueno… el estado climatológico y geográfico no dio como para que fuera una aventura dramática y de rescate tipo película “Viven!”.Pero dentro de nuestra situación vivida…Me parece una aventura relatable digna de un texto como este. Donde me enorgullece haber recordando la frase mística y salvadora. Y ahora que lo pienso, fui algo así como un visionario del GPS. (Sí, claro. Seguro que alguno pensará que era una estupidez obvia eso de orientarse por el sol… yo le digo: hay que estar en esa situación.. y además a mí se me ocurrió primero que todos los que estábamos en riesgo, fin de la cita)
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* José Azocar, frase emitida en enero, entre 2000-2002. Todos los derechos reservados ® (Igual autorizo a que la reproduzcan en caso de ser muy necesario)

Un atardecer como el que visualicé yo (El mismo dique y el mismo sol)

Competencia típica de Mountain Bike, gentileza Diario de Cuyo
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